Comenzar un negocio no es fácil. Puedes tener una idea revolucionaria pero, sin dinero, sería imposible llevarla a buen término. Ahí es donde entran las fuentes de financiación para emprendedores. Claves en el desarrollo empresarial, te contamos cuáles son las más adecuadas para arrancar tu proyecto.
Las fuentes de financiación para emprendedores
Por suerte para el desarrollo empresarial de un país, las fuentes de financiación para emprendedores actuales son muchas y variadas. Es complicado que alguien con una buena idea de negocio no encuentre capital para sacarla adelante. Pero claro, debe ser buena de verdad. De hecho, una vez funcione, te puedes plantear incluso usar el apalancamiento financiero como forma de endeudamiento, pero para eso aún queda.
Si es tu caso, conviene que conozcas todas las fuentes de financiación para emprendedores, compares y decidas cuál te conviene más. Éstas son las mejores fuentes de financiación para emprendedores
Financiación bancaria
La financiación bancaria es la primera de las fuentes de financiación para emprendedores que viene a la cabeza a todo el mundo. Lo es porque, durante mucho tiempo, ha sido casi la única opción y ahora está más que interiorizada, a pesar de que las opciones actuales se han multiplicado.
Obviamente, al tener competencia en este ámbito, los bancos han endurecido las condiciones para prestar dinero. Si no ven viabilidad en el negocio, no se la juegan. Por ello, debemos presentar un modelo de negocio limpio, detallado y muy concreto para su estudio. Aún así, es posible que no lo aprueben. Al final, los bancos prefieren guardar dinero que prestarlo.
A pesar de todo, hay algunas entidades que tienen, desde hace mucho tiempo, una línea de préstamos para emprendedores de la que te puedes beneficiar. Y sí, tendrás que presentar avales y garantías para la concesión. En caso de no tenerlo, siempre puedes recurrir a las Sociedades de Garantía Recíproca, en la que el banco entraría a formar parte de la empresa, a cambio del aval.
Subvenciones del Estado
Las Administraciones (casi) siempre van a fomentar el emprendimiento. El problema es que lo hacen a posteriori, es decir, cuando la empresa ya está en marcha, por lo que no recibirás capital para lanzar tu negocio, sino una vez esté ya en marcha. Es una de las fuentes de financiación para emprendedores más complicada de solicitar.
Por un lado, las convocatorias de ayudas son un proceso lento que implica presentación y revisión de documentos y solicitantes, un plazo de resolución y recursos, además de más tiempo para el ingreso de la cantidades pertinentes. Estos plazos se pueden ir, tranquilamente, a un año lo que imposibilita recibir estas subvenciones antes de arrancar el negocio.
Por otro lado, además de la subvención habitual, la Administración podría darnos también algún beneficio por contratación, reducir cuotas de la seguridad social y otro tipo de ayudas que dependerán de la zona en la que estemos. Es una ayuda que llega tarde, pero llega desde varios ámbitos.
Crowdfunding, Crowdsourcing y Crowdlending
Son las fuentes de financiación para emprendedores más novedosas. De hecho, han surgido a raíz del boom de las redes sociales y, sobre todo, de la universalización de negocios que ha favorecido Internet. Te contamos en qué consisten el Crowdfunding, Crowdsourcing y Crowdlending:
- Crowdfunding – En este caso, la financiación llega a través de microcréditos que hacen ciudadanos que valoran el proyecto, a cambio de una recompensa que varía en función de la cantidad aportada. Además, a los mecenas se les informa de la situación del proyecto y se les hace partícipes del mismo. Además de financiación, es un estudio de mercado perfecto, para conocer el calado de la idea.
- Crowdsourcing – Más que un método de financiación, el crowdsourcing es una forma de reducir costes en la recién lanzada empresa. Consiste en externalizar determinados trabajos relacionados con el emprendimiento, publicitándolos de tal forma que las empresas interesadas compitan por ofrecer un precio competitivo. Así, además de ahorrar una fase de trabajo, reducimos los costes en gran medida.
- Crowdlending – Es una combinación de crowdfunding y préstamos bancario. En este caso, la captación de fondos implica que ese dinero se devolverá con un tipo de interés prefijado de antemano. Obviamente, debe ser más apetecible que el ofrecido por los bancos, para que los mecenas interesados inviertan en nuestro proyecto. Así, el emprendedor no se endeuda con el banco, sino con pequeños inversores que le darán más flexibilidad a la hora de devolver el capital.
Fondos de Capital Riesgo
Los fondos de capital riesgo, al igual que pasa con la Administración, suelen entrar en las startups cuando éstas ya han arrancado. Eso sí, cuando lo hacen, entran a lo grande. Si ven un potencial crecimiento a corto/medio plazo, invierten gran capital en su desarrollo, cogiendo un elevado número de acciones y situando a alguien de confianza en la dirección, para controlar su inversión.
La ventaja de un fondo de capital riesgo es que sus contactos, experiencia e influencia pueden ayudar a que la empresa crezca mejor y más rápido. Al estar en el accionariado, les conviene que todo vaya lo mejor posible. Eso sí, en un plazo de unos cinco años, si todo va como habían previsto, saldrán de la empresa, recogerán beneficios y volverán a empezar el proceso en otra startup.
Business Angels
Pocos nombres han sido tan bien elegidos como el de Business Angels. Se trata de personas que, a título personal, invierten ahorros o patrimonio en proyectos empresariales en los que estiman van a tener un beneficio.
La diferencia con otras fuentes de financiación para emprendedores es que suele haber un elemento sentimental o de cercanía con el proyecto. Por sector, por gente implicada, por objetivos, o por el motivo que sea, no suele ser un emprendimiento azaroso, sino muy concreto. Eso sí, este Business Angel suele acabar implicado en el proyecto, recurriendo a contactos y experiencia, como pasa con los fondos de capital riesgo.
Las 3F’s – Family, Friends and Fools
Sí, familia, amigos y tontos es otra habitual fuente de financiación de startups. Por un lado, es dinero rápido, de confianza y, normalmente, con laxitud a la hora de devolverlo. El problema, además de los conflictos en los que puede derivar, es que el negocio no vaya todo lo bien que se espera o que termine por no funcionar. En tal caso, la cena de Navidad se presentaría calentita.