Abrir una cuenta bancaria con las máximas ventajas

Una cuenta corriente es un producto financiero que cuenta con total liquidez, lo que quiere decir que puedes disponer de los fondos de la cuenta en cualquier momento y no están sujetos a planes futuros. No cabe duda de que las cuentas corrientes han supuesto un avance en materia de seguridad y comodidad. En primer lugar, tu dinero […]

Una cuenta corriente es un producto financiero que cuenta con total liquidez, lo que quiere decir que puedes disponer de los fondos de la cuenta en cualquier momento y no están sujetos a planes futuros.

No cabe duda de que las cuentas corrientes han supuesto un avance en materia de seguridad y comodidad. En primer lugar, tu dinero está a salvo en el banco. No necesariamente esa cantidad de dinero físico está ahí, pero sí que la entidad bancaria respalda, da fe y valida que los fondos que tienes en esa cuenta corriente son tuyos, reales y legales. Es mucho más seguro tener el dinero en el banco que no guardar las monedas y los billetes en casa, un dinero que de esa forma correría un grave peligro ante la posibilidad de sufrir un robo en el hogar o un accidente como un incendio que podría incinerar todo tu capital.

Las cuentas corrientes y la aparición de las tarjetas, tanto de crédito como de débito —y ahora también los monederos electrónicos y ciertas aplicaciones móviles—, han hecho posible que no tengamos que cargar con dinero encima, sobre todo, si hablamos de grandes cantidades, por seguridad, para no ser asaltados en la calle y perderlo todo y por poder movernos con total libertad, sin tener que llevar una bolsa para portar el dinero.

Dependiendo del banco y el tipo de cuenta que contrates, la entidad recibirá algún tipo de comisión. Además, como cliente, tienes a tu disposición uno o varios ejecutivos de cuentas para que te ayuden en las gestiones y ante cualquier duda que te pueda surgir.

Veamos ahora cuáles son las ventajas que obtienes como cliente al abrir una cuenta bancaria.

Controlar los gastos

El banco, a través de tu cuenta corriente, realiza un desglose perfecto de los gastos que tienes todos los días del año. Todos los pagos realizados con la tarjeta asociada a tu cuenta bancaria quedan registrados, del mismo modo que también figuran en los extractos bancarios las cantidades de efectivo que hayas retirado a través los cajeros. De esta forma es muy sencillo saber cuánto dinero has gastado, en qué, cuándo has tenido los gastos y qué cantidad total te queda en la cuenta.

Lo mismo sucede cada vez que recibes un ingreso, ya sea tu nómina, una factura o cualquier otro. Esos ingresos quedarán registrados para que puedas consultarlos cuando quieras y puedas saber si has cobrado o no cualquier cantidad que tuvieras pendiente de cobro.

Acceso a los datos las 24 horas

El desarrollo de nuevas plataformas informatizadas y tecnologías como los teléfonos móviles actuales hacen posible que el titular de una cuenta pueda acceder a ella en cualquier momento del día de forma rápida y ágil. Ya no es necesario actualizar la cartilla. Es más, ni siquiera es necesaria la cartilla.

Desde tu móvil o a través de cualquier otro dispositivo con acceso a internet puedes ver el estado de tu cuenta y sus movimientos, el extracto mensual… todo. Y cualquier día de la semana a cualquier hora.

Domiciliación de recibos

Todos los meses tenemos que hacer frente a una serie de gastos que son inevitables. Además del alquiler o del pago de la hipoteca, debemos pagar el teléfono, el internet, la luz, el gas, el agua, así como una serie de recibos que no son mensuales, pero que también debemos pagar cada cierto tiempo como, por ejemplo, los seguros de la vivienda o del automóvil. También se pueden domiciliar otro tipo de pagos como la cuota de autónomos, el IVA o los impuestos.

Con una cuenta corriente puedes domiciliar todos esos recibos y olvidarte de ellos. No tendrás que estar pendiente de pagar tal o cual recibo. Llegan y el banco se encarga de solucionar el pago y de llevar al tanto la contabilidad de tus finanzas. Todo fácil, cómodo y sencillo. Un ahorro de tiempo que te evita infinidad de quebraderos de cabeza.

Descubiertos

Para gestionar tu cuenta corriente y poder operar con ella debes disponer de liquidez. En el caso de que recibas una factura y no cuentes con el dinero suficiente, esa factura quedará pendiente de pago, a menos que hayas pactado con tu entidad bancaria una cantidad que te dé cobertura para este tipo de situaciones.

En ese caso el banco te prestará el dinero de forma automática para estar al día de tus pagos, pero a cambio tendrás que devolver lo antes posible esa cantidad, a la que deberás añadirle la comisión previamente pactada, así que es mejor no abusar de esta posibilidad.

Cuentas de diario

Las cuentas corrientes no ofrecen un gran interés, luego ten en consideración que no son el producto financiero ideal para ver crecer tus ahorros; por contra, sí que son la mejor opción que tienes para gestionar tus finanzas en el día a día, para hacer el frente de los pagos, recibir dinero, etcétera. Así que, elige el banco que más beneficios te aporte personalmente y gestiona de manera eficiente, rápida y sencilla tu dinero.

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