El total de las comisiones de una cuenta corriente a lo largo del año puede alcanzar cifras que os sorprenderían pero, lo más interesante, es que sepáis que hay maneras de evitar las comisiones en tu cuenta corriente sin hacer grandes esfuerzos.
Cuando hablamos de comisiones bancarias se hace referencia al precio que uno debe de pagar por los servicios que le ofrece su banco, como pueden ser los servicios de mantenimiento de una cuenta, de la emisión de una tarjeta, la realización de transferencias o de una transacción, entre otros. Pero ¿todos los bancos cobran comisiones?, ¿hay alguna cuenta bancaria que no cobre ningún tipo de comisión?, ¿puedo conseguir que mi banco no me cobre comisiones sin tener que cambiarme de cuenta?
Comisiones bancarias más frecuentes
En el mercado nos encontramos con multitud de tipos de cuentas bancarias, lo que supone que no todas cobran los mismos tipos de comisiones, por lo que os vamos a detallar a continuación de forma general cuáles son las comisiones bancarias más frecuentes:
Mantenimiento de cuenta: es una de las comisiones más conocidas y que, como su nombre indica, se trata del cobro del coste de tener una cuenta abierta. Lo pueden cobrar de forma mensual, trimestral, semestral o anual. El coste del mismo puede llegar a superar los 200 euros.
Comisión de administración: cobran por cada transacción que realices en tu cuenta (transferencia, ingreso, sacar dinero, etc.). El cobro es pequeño pero la suma de todos ellos ya no pasa tan desapercibida. No es tan habitual pero hoy día se sigue manteniendo.
Comisión por tarjetas: Tanto la emisión y el mantenimiento de una tarjeta asociada a la cuenta puede derivar en gastos. En muchos casos os encontraréis que la primera tarjeta es gratuita, en otros que la tarjeta es gratuita solo durante un año, después comenzarán a cobraros una cuota. A su vez, también os pueden cobrar por la emisión de una tarjeta para otro titular o una segunda tarjeta.
Comisión por transferencias: Hoy día podéis hacer diferentes tipos de transferencias, las que llegan en el día (que pueden llegar a tener un coste de 4 euros) o las normales, que llegan entre 24 y 48 horas. Dependiendo del tipo de cuenta bancaria que tengas, pueden cobrarte por cada una de las transferencias que realices.
Cómo evitar las comisiones en tu cuenta corriente
En la mayoría de los casos, si llamáis a vuestro banco os informarán de cómo podéis conseguir que vuestra cuenta corriente no implique la suma de comisiones. Dicho esto, alguna de las soluciones más frecuentes son:
Cumplir requisitos: dependiendo del tipo de cuenta y el banco los requisitos van a variar, pero un ejemplo podría ser la domiciliación de la nómina (si eres autónomo, un ingreso de más de 600 euros al mes), dos compras con la tarjeta asociada la cuenta, domiciliación de un par de gastos mensuales que tengas (ejemplo, la luz y el teléfono móvil) y listo.
Cuenta online: antes las cuentas online no implicaban ningún tipo de comisión ni grandes requisitos, solo el de no hacer ningún tipo de gestión en tu oficina. Hoy día, algunos bancos ya demandan cumplir algunos requisitos como tener instalada su aplicación en el móvil aceptando mensajes, vinculaciones con el banco, para que no te cobren comisiones a fin de mes.
Vinculación bancaria: para hacerte más interesante vincularte con tu banco, pueden ofrecerte descuentos o la devolución de un tanto por ciento de tus recibos. En este caso, siempre es importante que valores qué es lo que realmente te piden para que puedas valorar el gasto.
Negociar o cambiarte: Si estás en el banco de toda la vida y no quieres cambiarte, lo mejor que puedes hacer es pedir cita previa con tu gestor y que te informe de cómo puedes conseguir que las comisiones no te las sigan cobrando, negocia si es necesario. En el caso de que no veas otra opción, dentro del mismo banco seguro que te pueden indicar un tipo de cuenta en el que no te cobren comisiones o investiga lo que te ofrece la competencia.