¿Estás teniendo problemas para afrontar el teletrabajo?, ¿Buscas algunos trucos para trabajar desde casa y mejorar tu eficiencia? En este artículo queremos ofreceros algunas ideas claves, prácticas y sencillas de llevar a cabo que te pueden permitir mejorar tu nivel de concentración y sacarle el máximo partido al teletrabajo.
No estoy siendo eficiente ¿Por qué?
Ante un cambio de rutina es normal que sientas que no estás siendo tan eficiente como sueles serlo habitualmente, ya que se ven afectados los hábitos como también puede haber circunstancias personales que te puedan influenciar a la hora de concentrarte o que acabes pensando en lo mismo repetidas veces, en lugar de poder centrarte en trabajar.
Si esto te está sucediendo, lo primero que tienes que hacer es dejar de ser demasiado exigente y punitivo contigo mismo, dándote la oportunidad de establecer una nueva rutina y habituarte a ella a tu ritmo, aunque requiera más esfuerzo o más tiempo. Aunque sea una frase ya muy manida, «Roma no se hizo en un día».
Ten una oficina adecuada
Si en casa no tenías despacho, ahora ha llegado el momento de crear o habilitar una zona para este fin. Para ello, unas ideas básicas y rápidas:
- Busca una habitación libre o hazte con una parte de una habitación tranquila, con luz natural y con ventilación.
- Escoge una mesa donde entre todo lo que necesitas para trabajar o al menos lo imprescindible.
- Opta por una silla ergonómica pues va a ser la única opción que te permita contar con un asiento saludable para tu espalda y tu cuerpo, que no te genere más tensión física.
- La iluminación es fundamental. Siempre busca un espacio que cuente con iluminación natural y, con respecto a la luz artificial, incluye varios puntos de iluminación para que tu vista no se canse.
- Escoge una luz artificial que no te resulte dañina ni agotadora para los ojos.
- Incluye alguna planta y algún elemento decorativo que te ayude a crear un espacio acogedor para ti.
- Menos siempre es más. No te pases incluyendo cosas y mantén el orden.
Trabaja siempre en este espacio y no te dejes llevar por lo cómodo que sería trabajar desde la cama. No funciona. Lo único que vas a conseguir es que te vuelvas a quedar dormido, que cuando te levantes te duela el cuerpo o que hayas perdido tiempo por la pereza.
Siempre trabaja en el mismo espacio y verás cómo cada vez te resulta más sencillo y eres más eficiente ¡Benditos hábitos!
Fíjate un horario de trabajo
La mejor recomendación que podemos hacerte es que crees tu propia rutina en casa y mantente en ella lo máximo posible, comenzando por el horario de trabajo.
Márcate un horario y céntrate en el mismo, ni más tiempo, ni menos tiempo. Esto es fundamental para que no se alargue de manera infinita tu jornada, para que te acostumbres a trabajar en unos tiempos concretos y que no acabes encendiendo de nuevo el ordenador.
Madruga como hacías antes al ir a la oficina, pues establecer algunas rutinas paralelas a entonces te lo hará más sencillo. Para que puedas mantener este principio tan recomendado por todos los profesionales es importante que sigas manteniendo un hábito de sueño como siempre, que no te acuestes tarde ni te dejes llevar por el «5 minutitos más».
Para muchas personas trabajar de noche es una opción muy interesante, pues hay más silencio y tranquilidad pero, los puntos negativos es que también pueden estar más aisladas de los compañeros de trabajo, las reuniones, las conversaciones a distancia con los superiores o el contacto con los clientes. Es mejor establecer un horario diurno para no estar conectado al ordenador tiempo de más.
Quítate el pijama para trabajar
El simple hecho de quitarte el pijama para trabajar te va a hacer cambiar el chip. Si sueles comenzar el día con una ducha, adelante. Si no, no te dejes llevar por el pijama y establece tu propia ropa de trabajo casera, ropa cómoda y transpirable que te permita estar atento del trabajo y nada más.
Bloquea las redes sociales
Sé disciplinado y conseguirás terminar tu trabajo en tu horario, lo que te hará la vida más sencilla y más feliz. Para ello, bloquea las redes sociales de tu ordenador, no te pongas a leer el periódico o coloca en una zona separada de ti el teléfono móvil, que no sea accesible a la primera (salvo que trabajes con él directamente).
A menor número de distracciones externas, más fácil será tener tiempo para ti.
Gradua tus descansos
Establece la frecuencia de tus descansos y la duración de los mismos.
Nadie va a pedirte que trabajes sentado durante infinitas horas sin que te levantes un momento para ir al baño, vayas a por agua a la cocina o simplemente te estires un poco para poder respirar. Sin duda, un descanso siempre puede ser muy beneficioso para mejorar tu concentración, estar relajado y ser más eficiente.
¿Comida en tu zona de trabajo?
Siempre que sea posible, come en la cocina o en el salón y evita comer frente al ordenador. Esto va a favorecer que puedas desconectar mejor, disfrutar más de la comida y que a la hora de volver a trabajar no estés despistado con otra cosa. Lo ideal es que sólo trabajes en la zona de trabajo, comer se come en otro sitio.
Esto no quiere decir que sea incompatible que puedas tener una botella de agua para mantener una buena hidratación, la cual también favorece la concentración y un buen estado para trabajar. A su vez, si necesitas picotear, a media mañana te recomendaríamos que optases por unos frutos secos crudos, que son un buen aporte energético y nutritivo, pero siempre fuera del lugar de trabajo.
Tras la jornada laboral
Una vez que acabes tu jornada laboral no te quedes en el espacio de la oficina ni enciendas el ordenador en este área, puesto que vas a tener una sensación de continuidad que no es nada deseable, pues te puede desmotivar, generar mayor sensación de cansancio y decaimiento.