En pleno siglo XXI, todo lo que sea mejorar la productividad de una empresa es relevante. Incluso con métodos con casi un siglo de antigüedad como en este caso el Just-In-Time. Si no has oído hablar de esta filosofía, te contamos qué es el Just-In-Time y cómo te puede ayudar a mejorar, de forma sustancial, tu empresa.
¿Qué es el Just-in-Time?
Definir qué es el Just-In-Time es tan sencillo como traducirlo al castellano: Justo a Tiempo. Esta filosofía empresarial apuesta por optimizar por completo el proceso de producción, eliminando todo tipo de desperdicios, así como el almacenaje.
Básicamente, el método Just-In-Time busca que toda materia prima y producto implicado en el proceso de producción llegue justo en el momento de usarse. Tanto si es para su fabricación, como si es para entregar al cliente, el producto no permanece más de lo necesario en las dependencias de la empresa. Se termina, se entrega y se repite el proceso. Obviamente, todo depende del tipo de empresa del que estemos hablando.
El origen del método Just-In-Time explica su filosofía. Todo surge en Japón, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los nipones deben reconstruir toda su industria, tras ser asolada por el conflicto. Este hecho hizo que se encontraran sin fondos para la reconstrucción, sin espacio para levantar zonas industriales o sin recursos naturales del propio país. A esto se sumaba una tasa de desempleo histórica para un país como Japón.
Así, los nipones comenzaron creando pequeñas fábricas en las que se cubría la demanda inmediata. Por tanto, el inventario era mínimo, lo que ayudaba a reducir la inversión en material.
No fue hasta finales de los años 70 cuando esta filosofía llega a occidente. Lo hacen a través de dos artículos especializados en economía, en los que señalan el Just-In-Time como Sistema Ohno, en honor a Taiichi Ono, quien implementó este método en Toyota.
Foto: @w123wiki
A partir de los 80, el Just-In-Time empieza a implementarse en Estados Unidos y muchos países de Europa. Con el paso de los años, y apoyados en la experiencia y los avances de Toyota, las ventajas de las nuevas tecnologías y la automatización han permitido llevar el Just-In-Time a niveles de excelencia espectaculares y a que el método sea utilizado en todo el mundo.
Objetivos del Just in Time
Los objetivos del Just-In-Time pasan por un objetivo prioritario: eliminar todos los desperdicios que pueda generar la producción. Así, no sólo se ahorra espacio y costes, sino también se limitan actividades que son prescindibles.
Foto: @historic_imagery
¿Cuáles son estas actividades? Entre otras: almacenamiento innecesario, sobreproducción, duplicidad de actividades, inventarios, sobreproducción, averías, transporte de materiales o desplazamientos de personal.
Así las cosas, podemos afirmar que estos son los objetivos del Just-In-Time
Foto: @salvadorantonio8365
- Eliminar el stock – Producir demasiado inventario supone problemas, gastos y necesidad de espacio, por lo que evitar el stock es prioritario
- Limitar la pérdida de tiempo – La maquinaria del Just-In-Time debe ser perfecta. Así, eliminar tiempos de espera, a todos los niveles, es clave para que todo funcione y encaje
- Prevención y mantenimiento – Una avería puntual puede suponer paralizar una producción completa de Just-In-Time. Por tal motivo, la importancia del mantenimiento preventivo es capital. Tener un mantenimiento productivo total e invertir en ello, ayuda a evitar averías posteriores que serían mucho más perjudiciales.
- Calidad máxima – El objetivo de toda empresa de ofrece una calidad superior cobra mayor relevancia en las que aplican el método Just-In-Time. La calidad debe alcanzar la excelencia y para lograrlo, esta excelencia comienza en el primer eslabón de la cadena de producción y termina en el último.
Ventajas y desventajas del Just in Time
Como todo método industrial, las ventajas y desventajas del Just-In-Time deben ser valoradas por cada empresario antes de implementarlas en su producción.
Foto: @peterson-toyota
- Ventajas del Just-In-Time
- Reducción de gastos por obsolescencia
- Fomenta una relación más cercana y habitual con proveedores. Una relación que al ser constante y garantizada, permite una planificación a mayor plazo y una opción de negociar mejores precios
- Reduce la necesidad de inventarios en la línea productiva, lo que supone reducir el gasto y el almacenaje, entre otras ventajas. Este ahorro se estima superior al 50%.
- El sistema de producción es flexible y se adapta a los cambios que puedan surgir sobre la marcha
- La productividad de los trabajadores se ha demostrado mucho más efectiva, en tasas que superan el 20%
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- Desventajas del Just-In-Time
- Dependencia absoluta de los proveedores y riesgo de perder una entrega si falta algún suministro.
- A pesar de establecer una relación empresarial de largo recorrido, al ser compras de pequeñas cantidades, se limita ese margen de negociación.
- El coste de cambiar de proveedor se dispara
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Con el paso de los años y la experiencia de varias décadas, el sistema Just-In-Time también comenzó a aplicarse en los proveedores. Así, desde el inicio de la cadena de producción, los suministros eran mínimos, lo que desembocó en un sistema más rápido y eficaz.
Grandes empresas que emplean el Just in Time
Para terminar, repasamos algunas grandes empresas que emplean el Just-In-Time
- Toyota
El fabricante japonés de vehículos es el paradigma y origen del Just-In-Time. Se trata de la empresa que dio origen a este sistema. Su funcionamiento es sencillo: una pieza no llega a la planta de producción, hasta que no está lista para ser utilizada. Así, hasta que una materia prima no está debidamente acoplada, no se pasa a la siguiente zona
Foto: @thompsontoyotamad
Desde que comenzaran a usar el Just-In-Time, en Toyota han limitado el inventario al mínimo, reduciendo costes y con una capacidad de adaptación y flexibilidad impensables para un gigante empresarial como Toyota
- Dell
La famosa empresa de informática ha hecho de su proceso de fabricación algo ejemplar gracias al Just-In-Time. Eso sí, le han dado su propio enfoque, pues realizan el Just-In-Time de la mano de sus proveedores, a los que obligan a llevar el inventario.
Foto: @predicagroup
Así es como han conseguido unos plazos de entrega increíblemente cortos con sus clientes y ser un referente en este ámbito.
- Harley Davidson
El fabricante de motos es el ejemplo de que tradición y nuevas tecnologías pueden ir de la mano. Y eso que Harley Davidson aplica el Just-In-Time desde casi el final de la Segunda Guerra Mundial.
Foto: @konain-saif
Fue entonces cuando sustituyó un sistema ineficiente, por otro que redujo los plazos de entrega de sus obras de arte de dos ruedas. No sólo incrementó la productividad, sino que redujo el inventario en un 75%.