Cuando escuchamos a alguien hablar de apalancamiento financiero, es lógico que piensen mal de la operación. Lo cierto es que ésta nada tiene de fraudulento, ni mucho menos implica a nadie con una palanca forzando una caja fuerte. Todo lo contrario, es una operación de inversión cada vez más habitual, por lo que conviene saber qué es el apalancamiento financiero
Qué es el apalancamiento financiero
Cuando usamos nuestro propio endeudamiento para financiar una operación estamos usando el apalancamiento financiero. Obviamente, entre medias hay muchos matices y puntos que aclarar pero, en el sentido estricto, si nos preguntan qué es el apalancamiento financiero, es eso.
En este caso, en vez de usar fondos propios para completar la operación, se utilizarán fondos propios pero también un crédito. Obviamente, el apalancamiento financiero tiene dos formas de terminar: una buena, en la que la operación acabe siendo rentable, y una mala, donde la operación fracasa y el implicado o implicados pueden acabar incluso declarando la bancarrota.
Ventajas del apalancamiento financiero
La principal ventaja del apalancamiento financiero es que nos permite disponer de nuestro capital, pues si quieres tener beneficios, basta con asignar una fracción del valor de los activos que te interesan.
Así las cosas, con el apalancamiento financiero tendrás una exposición mayor que con una participación directa, por lo que aspiras a sacar el rendimiento máximo a tu capital, además de invertir en un catálogo más amplio de activos, en vez en sólo en uno o dos.
Inconvenientes del apalancamiento financiero
En el lado negativo, obviamente, aparecen los inconvenientes del apalancamiento financiero. En este caso, debes contar con que si tienes acciones estarás cediendo el beneficio de contar con la propiedad.
Además, si la inversión no sale como cabría esperar, te podrían pedir que cubras las pérdidas con un margen más elevado de tu capital. Básicamente, estás exponiendo tu capital en un mercado muy voluble. De hecho, es posible que en poco tiempo puedas llegar a perder más de lo que has invertido, lo que supondría tener que cubrir pérdidas, además de perder tu capital inicial.
Ejemplo de apalancamiento financiero
Para comprender mejor el concepto, nada como un ejemplo de apalancamiento financiero con cifras concretas. En este caso, vamos a invertir un millón de euros en acciones que en pocos meses se han revalorizado y las vendemos a 1,5 millones de euros. El beneficio se ha ido al 50%.
Si esta misma inversión la hacemos con apalancamiento financiero, el capital que pongamos nosotros puede ser de 400.000 euros y los otros 600.000 euros los pone un banco que nos presta los 600.000 restantes, con un interés del 10% anual. Como hemos visto, esas acciones han subido a 1,5 millones de euros y, como en el primer ejemplo, las vendemos. Pero, ¿cuánto nos correspondería?
Lo primero que debemos hacer es pagar los 60.000 euros de intereses del 10% de los 600.000 euros al banco. Además, toca devolver los 600.000 euros que nos prestaron, a lo que sumamos los 400.000 euros que pusimos. En total, nos queda un beneficio de 440.000 euros.
Sí, a priori parece menos que los 500.000 euros del primer ejemplo, pero recordemos que ahí arriesgamos un millón de euros y la rentabilidad ha sido del 50%. En este caso, los 400.000 euros iniciales, los hemos transformado en 440.000 euros, un beneficio del 110%, más del doble que en el primer ejemplo.
Riesgos del apalancamiento financiero
Tomando el mismo ejemplo, vamos a ver los riesgos del apalancamiento financiero. Y es que hemos hablado de una rentabilidad que lleve a las acciones a valer 1,5 millones de euros, pero qué pasa si caen a 900.000 euros. Pues que si no hay apalancamiento financiero, nos tocará perder 100.000 euros.
Ahora, si tuviéramos apalancamiento financiero, a esos 100.000 euros, además, tendríamos que sumar los 60.000 euros de intereses. Es decir, de los 400.000 euros que invertimos, nos quedaríamos con 240.000 euros. Sí, con el apalancamiento financiero las pérdidas también son mayores
Pero es que puede darse el caso de que esas acciones pasen a valer 600.000 euros. No sólo perderemos los 400.000 euros invertidos, sino que seguiremos debiendo los 60.000 euros de intereses al banco. Ahí es donde nos declararíamos insolventes.
¿Quién usa el apalancamiento financiero?
Lo cierto es que este método suele requerir de cantidades importantes de dinero, es decir, no todo el mundo puede echar mano del apalancamiento financiero. En tal caso, quién usa el apalancamiento financiero. Básicamente, los inversores y operadores de bolsa son quienes usan este método para multiplicar su exposición en varios mercados.
Lo que consiguen con este movimiento es mantener capital para otras inversiones, sin dejar de invertir una cantidad importante en donde estimen oportuno.
De hecho, el apalancamiento financiero se puede usar en casi todos los mercados. Desde acciones, índices, divisas, bonos, ETPS, materias primas…
Donde más riesgos hay es en el mercado de divisas, donde se dan apalancamiento financiero de hasta 400:1, es decir, un riesgo enorme que implica conocer muy bien el terreno donde se invierte.
Quienes también tiran muchas veces de apalancamiento financiero son las compañías. Lo hacen para financiar operaciones en la que consideran que pueden tener más beneficios que el coste necesario para pagar la deuda contraída.
Fondos de inversión que usan el apalancamiento financiero
Para terminar, repasamos los fondos de inversión que usan el apalancamiento financiero. Hablamos, sobre todo, de fondos cotizados, aunque también hay fondos clásicos que recurren a esta figura.
Por otro lado, los Hedge Funds también recurren a menudo al apalancamiento financiero. Lo hacen desde sus complicadas y enrevesadas estrategias de inversión, aunque operan de forma muy similar a los fondos de inversión tradicionales. La diferencia es que apenas aplican restricciones y su máxima rentabilidad es muy superior.
En lo que respecta a los fondos derivados, hablamos de fondos que invierten en activos financieros, sin valorar cuál es el activo, pues los instrumentos derivados conllevan el apalancamiento financiero.
Así las cosas, parece claro que el apalancamiento financiero es un elemento al que aferrarse, siempre que conozcas muy bien los mercados en los que te mueves. Eso sí, como consejo, conviene que la deuda de un apalancamiento financiero no supere nunca el 50%. Como hemos comentado, a más apalancamiento financiero, más opción de beneficio, pero también más opción de riesgo.